POR QUÉ ME GUSTA INSTAGRAM… Y POR QUÉ NO

por qué me gusta Instagram y por qué no

Hace ya un tiempo, colaboré con un proyecto que finalmente no despegó. Escribí unos artículos (a lo mejor los recupero) y, en uno de ellos, hablaba de Instagram. Sigo siendo un tanto crítica con esta red social. Pero la verdad es que, a día de hoy, me tiene totalmente enganchada. Me fascina la creatividad de algunas personas, la facilidad con las que otras muestran la faceta más bonita de sus vidas y cómo algunas marcas, modestas pero llenas de talento, las usan como escaparate, conectando con un público afín y fiel.

Suelo compartir algunas cosas ahí, pero no me gusta demasiado su editor, así que uso otras aplicaciones para darle algún toque a la imagen. Confieso que del Valencia, el Hudson y el Sierra, cuando los uso, no paso. Tengo presencia en otras redes sociales, ya lo sabéis, pero, a día de hoy, o me aburren un poco o no acabo de cogerles el truco. Por eso, Instagram me parece un juguete totalmente adictivo. Los últimos estudios de tendencias en redes sociales nos dicen que muchos jóvenes ya se han mudado, que es una de las redes sociales con mayor crecimiento en usuarios ahora mismo y que se encuentra entre las más valoradas.  Eso, supongo, está bien. Pero ¿qué me aporta a mí?

Y mientras pienso en ello, debo haber visto ya más un millón de imágenes. Literalmente. Algunas de ellas son pura inspiración. Por eso, apena su fugacidad y el consumo tan rápido que impone la plataforma. Gracias a ello, he descubierto auténticos artistas del móvil. No me refiero a aquellos que saturan los colores hasta límites imposibles, enfocan y definen bordes hasta que te duele la vista y aplican todo tipo de efectos sin sentido. No. Me refiero a la maestría con la que algunos instagrammers, -sobre todo en el norte de Europa-, manejan la fría luz invernal. O la ternura que transmiten las fotos de algunas mamás. Ni a la delicadeza de quienes comparten su creatividad. O la elegante fuerza de los que pasean y se van fijando en pequeños detalles. Otro día os hablo de mis favoritos.

Seguro que has oído hablar del síndrome de Instagram o de Pinterest, aplicaciones sociales que comparten a menudo una visión idílica y, desde luego, limitada de la realidad. Lee sino a Lucía B y Creative Mindly, que son unas genias, y prepárate para reírte. Porque lo más probable es que nuestro paisaje se reduzca casi todo el día al interior de una oficina con poco encanto. Y que te de pudor, o te preocupe mostrar tu privacidad. Y, dejadme deciros, la comida sólo resulta apetitosa en fotografía cuando lleva un (a menudo intenso) trabajo de iluminación y estilismo detrás. Sí, ya sé que la realidad no suele ser fotogénica. Y por eso me sobran las hamburguesas grasientas, los pies en la playa, las uñas decoradas, las alas de los aviones y, no me odiéis, pero reconozco que no soporto a los gatos.

POR QUÉ ME GUSTA INSTAGRAM… Y POR QUÉ NO

 Resumiendo, Instagram:
  • pone a tu disposición de manera sencilla millones de fotos inspiradoras y, eso, ayuda a desarrollar tu visión, tu capacidad fotográfica y el modo en el que haces tus fotografías.
  • permite compartir contenido con tus conocidos de manera que muchas cuentas son auténticos diarios visuales. O audiovisuales, porque puedes publicar pequeños vídeos.
  • te deja descubrir nuevos usuarios y practicar el morbo de contemplar la vida ajena. Porque, sí, las celebrities también están en Instagram. Y tu ex, y la vecina… Lo que no quiere decir que no puedas proteger tu intimidad estableciendo un perfil privado. Es una opción.
  • es una magnífica plataforma para dar visibilidad a marcas y artistas, o aspirantes a serlo por la facilidad para crear comunidad a través de retos o hashtags. El retorno de tu imagen es rapidísimo y sencillo. Y así los likes se pueden acumular a toda velocidad, permitiéndote descubrir a usuarios muy interesantes o de similares gustos.
Sin embargo, Instagram:
  • nos hace consumir gran cantidad de contenido visual prescindible o gran cantidad de contenido muy interesante pero que apenas se queda en tus retinas un segundo. Con el trabajo de concepto, técnica y edición que llevan algunas fotografías detrás, me parece una auténtica pena.
  • ocurre que algunos usuarios terminan por imponer determinadas estéticas que acaban convirtiendo muchas fotografías en clones. Y no siempre es para bien.
  • otras aplicaciones proporcionan mayor control y permiten más creatividad a la hora de editar la imagen. Incluso muchos usuarios fotografían con réflex y editan con photoshop antes de publicar la foto. No es fotomóvil todo lo que reluce. 
  • incluye, aunque acaban de hacer una buena limpieza, perfiles falsos, de gusto dudoso, que generan spam o que usan fotografías que no son suyas. Y eso, como poco, enfada cuando te toca.
¿Entonces? ¿Qué pensáis vosotros? ¿Os gusta o no os gusta Instagram?
Si os apetece daros una vuelta por ahí, estoy en myonceadayphoto.

0 comentarios

  1. Miri
    09/02/2015

    Pues yo si uso IG, me gusta ver fotos, de cosas muy dispares, me encanta encontrar fotos que me dejan con la boca abierta de bonitas que son, o de artistas que muestran sus creaciones y hacen que lleguen a todo el mundo solo con un vistazo.
    Me resulta raro ver tantas cosas idílicas, pero mira, la verdad es que no está tan mal, a veces uno sueña despierto no?
    Un abrazo

    • Ana Martin
      09/02/2015

      Pues eso digo yo, habiendo cosas bonitas que ver ¿por qué no verlas? Siendo conscientes de que no todo es real, disfrutamos y ya está 🙂

  2. Maite ParafernaliaBlog
    16/02/2015

    Me ha encantado el post. Yo también soy una adicta de Instagram, creo que es mi red social favorita, pero me han parecido muy acertadas tus reflexiones. Es cierto que se observa una uniformidad de estilos, al final todo el mundo hace fotos muy parecidas, y también peco a veces de consumir fotos sin prestarlas la suficiente atención. Me lo apunto y prometo disfrutar mas esas fotazas que te encuentras, volver a mirar los detalles detrás de las fotos.
    Un besazo

    • Ana Martin
      16/02/2015

      Me alegra que compartas mi reflexión 🙂 Nos vemos aquí o allí. Un beso

2Pingbacks & Trackbacks en POR QUÉ ME GUSTA INSTAGRAM… Y POR QUÉ NO

  1. […] Ya sabes que últimamente estoy prestando atención a Instagram. Bastante atención, todo hay que decirlo. Publico regularmente, sigo unos cuantos perfiles, participo en los retos… Vamos, que tengo mucha actividad en esta red social de la que tantas cosas me gustan y otras cosas, no tanto. […]

  2. […] Una reflexión sobre Instagram que ha generado mucho debate […]

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