Ya van unos cuantos años en los que salgo con mi cámara preparada para disfrutar de títeres en Segovia. Durante la semana en la que se celebra el Festival Internacional de Títeres, Titirimundi, la ciudad se llena de vida, risas y niños que participan en las numerosas representaciones teatrales que tienen lugar por toda la ciudad. Yo tengo la suerte de poder pasear con calma durante la semana, que todo está bastante tranquilo. Pero algunas veces hemos venido en familia durante el fin de semana y, aunque suele haber bastante gente, con las incomodidades que eso conlleva, nos encontramos con un ambiente mucho más divertido y entusiasta. Acompáñame y te lo cuento. Estoy convencida de que no querrás perdértelo.

En el trabajo hemos comentado que se notaba el menor presupuesto con el que se ha contado en esta edición. Recuerdo otros titirimundi en los que no dejabas de ver actividades, espectáculos o titiriteros espontáneos durante todo el paseo. Un teatro de autómatas en el centro, marionetas de todo tipo, representaciones en la calle que casi te hacían correr de un lugar a otro, montajes espectaculares en espacios igual de espectaculares. No quiero decir que esta edición sea peor, en absoluto. Se disfruta igual. Pero sí digo que se nota menos actividad y menos movimiento. La lluvia de estos días tampoco ayuda, qué vamos a hacer, obliga a suspender alguna función o a cambiar los horarios volviéndonos un poco locos.

Cuando llegues al carrusel, prepárate para estar un buen rato admirando cada detalle. Es una construcción mágica, llena de fantasía, que fascina a adultos y a niños por igual. Los lugares más solicitados son la avioneta y el cohete espacial, que tienen colas aparte. Y es que, sobre todo con este último, la emoción está asegurada porque sube por encima del tiovivo y llega, casi a las estrellas. Me lo han dicho de muy buena tinta. Lo que daría yo por probarlo, pero no puede ser. Sólo para menores de doce años.

Si no quieres esperar mucho en las colas de las aeronaves, y ya te digo que es difícil porque querrán probarlo, el barco de vapor con su humo de verdad, el dinosaurio que escupe fuego o, para los más tranquilos, un enorme caracol, son otras opciones igual de buenas.

Más que hablarte del programa de títeres en Segovia, que lo habrás visto en la web y en las redes sociales, déjame que te anime a vivir el año que viene la experiencia y el ambiente, la emoción en las caras, el brillo en los ojos, las sonrisas. Los espacios permiten la cercanía con los actores y cuando te paras a disfrutar de una actuación en la calle, en una plaza o en un patio, tu mirada se cruza a menudo, con admiración y complicidad, con la de los artistas.

Puede que no estés cerca y estés pensando que los títeres en Segovia no son un plan para tí. Titirimundi se extiende cada año a otras ciudades y ya se puede disfrutar de alguna representación en otros lugares de Castilla y León, Madrid y hasta Extremadura. Los disfrutes donde los disfrutes, te aseguro que lo vas a pasar genial.

¿Has estado alguna vez en Segovia? ¿Has asistido a alguna representación de títeres que te haya gustado especialmente? Cuéntame, ya sabes que me encanta charlar contigo.