Un mes más, nos encontramos a mitad de semana para compartir nuestro reto mensual “Según quien mire”. Como ya sabes, si nos lees a menudo, Nuria, de Un Arma Precisa y yo, elegimos cada mes un fotógrafo que consideramos imprescindible para rendirle un modesto homenaje. Esta selección es absolutamente personal, por supuesto. Se basa en nuestra cultura visual, en la fotografía que a nosotras nos emociona o en aquella que, de un modo u otro, ha marcado nuestro modo de mirar.

No sé si conoces al fotógrafo que te presentamos hoy. Sin duda, es uno de mis imprescindibles, de mis favoritos. Me admira su capacidad de encontrar paisajes en las formas y texturas de los objetos más sencillos. Edward Weston es para mí, el fotógrafo capaz de encontrar la belleza que esconden las pequeñas cosas.

 

Grass against sea (1937)

 Su padre le regaló una cámara con dieciséis años y ahí dio comienzo su historia con la fotografía. Tras algunos trabajos, recibió formación técnica, desarrollando un estilo pictorialista en sus inicios que le hizo habitual en algunas publicaciones y salones. Sin embargo, en los años 30, Edward Weston elige un tipo de fotografía diferente captando formas abstractas y detalles. De su época en México quedan importantes desnudos y retratos. Pero sus imágenes más conocidas probablemente son las que toma al regresar a Estados Unidos: formas naturales, detalles y paisajes que muestran sus relieves y formas de un modo sorprendente.

Fue uno de los miembros fundadores del grupo f/64, que eligieron el nombre por defender y practicar una fotografía en la que esa abertura de la lente proporcionaba una gran profundidad de campo a sus imágenes.

 

Puede parecer que la imagen que hemos elegido este mes es sencilla, no lo creas. Necesitas trabajar la profundidad de campo para que todas las ramitas queden definidas. Y para eso, hay que disponer de luz suficiente. En mi caso, a falta de mar de fondo, tuve que improvisar con una bonita pared de madera. Me parecía que tenía un color y una textura tan bonitas que he preferido presentar la fotografía en color. Por otro lado, al utilizar un objetivo de 50 mm con mucha abertura, he obtenido el efecto contrario: desenfoque en algunas de las plantas. Sin embargo, me gusta como ha quedado y, no sé qué piensas, pero me parece que esta versión de la fotografía de Edward Weston es “muy yo”.

¿Quieres ver cómo ha interpretado Nuria la fotografía elegida? ¡Qué curioso cómo una misma idea se desarrolla de manera diferente según quien mire!

¡Voy al blog de Nuria!

 

No me digas que este mes no lo hemos puesto más facil. Estoy segura de que tienes tu propia versión de esta fotografía. O estás deseando ya lanzarte a conseguirla. ¡Venga! ¡Hazlo! Y compártelo con nosotras en Instagram bajo el hashtag #segunquienmire. Nada nos gusta más que encontrar en nuestra galería otras miradas.

Durante agosto, Nuria y yo nos vamos a tomar unas vacaciones con la sección. Volveremos en septiembre con nuestra versión de una fotografía poco conocida de uno de los grandes: Robert Capa. Puedes aprovechar el verano para intentar hacer el tuyo tomando como modelo algunas de las fotografías que ya hemos publicado. Hay estilos para todos los gustos. El precioso bodegón de Pilar Pequeño, las entrañables chicas de paseo de Francesc Catalá-Roca, un autorretrato creativo al modo de Vivian Maier o los detalles de la naturaleza que capturó Edward Weston, que compartimos hoy.

Como ves, no se trata de copiar la imagen ni de hacer una toma exacta del original. Interpreta la escena, dale tu estilo. Nos encantará ver cual es tu punto de vista. ¡Nos vemos en septiembre!

¿Quieres seguir recibiendo fotografía, inspiración y planes en familia?

¡Me apunto!