Ir a un parque grande está bien cuando vives en una gran ciudad. Casa de Campo, Retiro, Madrid Río, son algunos de los que visitamos a menudo en Madrid. Pero, de vez en cuando, hace falta salir a caminar en la naturaleza. No es que me guste mucho el campo, aunque sí disfruto de una buena ruta, con las botas de montaña y la cámara al cuello. Si el paisaje es bonito, mucho mejor, claro.
El pasado fin de semana teníamos planes para hacer senderismo. Habíamos buscado un camino agradable para ir en familia… y fotográfico para mí. Pero una pequeña lesión nos ha tenido en casa. Ya repuestos, estamos buscando una nueva fecha con muchas ganas.
Mientras, me he acordado de la caminata que nos dimos por la Senda de los Dos Ríos, en Segovia, hace un tiempo. Un ejemplo perfecto de este tipo de planes que nos encantan. Pasa, que te lo cuento.
CAMINAR EN FAMILIA POR LA SENDA DE LOS DOS RÍOS
Habíamos visitado Sepúlveda alguna vez, sobre todo para comer. Es un pintoresco pueblo en la provincia de Segovia y, he pasado tantos años allí, que la zona me resulta muy conocida. Cerca, además, está el Parque Natural de las Hoces del Duratón, que os enseñaré otro día, así que la zona tiene numerosos atractivos para una o varias jornadas.
No conocíamos, sin embargo, la Senda de los Dos Ríos, una ruta circular de unos seis kilómetros perfecta para abrir el apetito antes de un espectacular asado en horno de leña en el pueblo.
El itinerario parte del centro del pueblo, que recorremos siguiendo un camino muy bien señalizado, hasta llegar al Santuario de la Virgen de la Peña. Cuidado si vamos con niños. Un área recreativa muy bien equipada puede hacer que no consigamos despegarlos de ahí en un buen rato.
Superado el momento de los columpios, nos adentramos en un agradable sendero que nos lleva hasta una de las puertas de la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Es la Puerta de la Fuerza, a través de la cual salimos a lo que queda de una calzada romana.
El camino baja hacia un puente sobre el río Duratón, que se mantiene durante un buen tramo a nuestra izquierda. A su orilla vamos identificando chopos, fresnos, sauces. Su sonido, junto con el del agua, es tan relajante que hasta el grupo baja la voz.
Después de subir por una pasarela que nos lleva pegados a la pared, hacemos una pequeña parada en la antigua Fábrica de Luz. En este espacio ahora abandonado notamos toda la fuerza del río.
No queda demasiado por recorrer ya. Dejamos a la izquierda el Puente de Talcano y, subiendo, llegamos a un relieve geográfico muy llamativo. El terreno hace como un pliegue que se llama la Silla de Caballo. Desde ahí podemos contemplar un agradable vista del pueblo, al fondo.
FINALIZAR EL SENDERO EN SEPÚLVEDA
Una suave bajada entre vegetación nos lleva al Caslilla, el segundo de los ríos que da nombre a la ruta. Y, dejando a nuestra derecha cuidados terrenos y huertas, cruzamos nuevas puertas de la antigua muralla que nos conducen otra vez a Sepúlveda, donde nos espera un típico asado de la zona.
Si la sobremesa no se alarga, que es difícil, podemos elegir algún otro plan en la zona. Nosotros nos dimos una vuelta por las Hoces del Duratón. Visitamos la ermita de San Frutos y nos asombramos con el espectacular paisaje y los buitres sobrevolándonos. Eso te lo cuento otro día.
¿Te ha gustado la ruta por la Senda de los Dos Ríos? ¿Conocías la zona? ¿Sabes de algún otro plan que podamos disfrutar por allí? Cuéntame, me encantará leerlo.
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Yolanda
08/11/2016Qué buen plan, Ana! Ya me lo he apuntado y espero que no tardemos en ir… me parece genial para los niños y los mayores!
Ana
09/11/2016Es un buen camino para ir en familia, Yolanda, seguro que os gusta. Mejor otoño o primavera, que ahora llegarán las primeras nieves. Ya me contarás.
Un besazo